El Lenguaje del Color

Nada más importante que el color a la hora de decorar una habitación infantil. Porque impresiona llamando la atención del pequeño habitante, porque expresa un significado, porque provoca una emoción, porque transmite sensaciones. ¿Quieres conocer el lenguaje de los colores?

BLANCO: Es el color de la paz y la pureza. Es frío, silencioso, y crea sensación de infinito. Se utiliza el color blanco como el mejor de los recursos para potenciar la luz natural del exterior, consiguiendo de este modo ampliar los espacios.

ROJO: Es el color de la vitalidad, del fuego, de la sangre y de la pasión. Los colores intensos como el rojo deben dosificarse en cantidades pequeñas, pues si se pinta en superficies grandes con colores oscuros da sensación de ahogo, la habitación parece más pequeña y pierde luminosidad.

AZUL: Es un color relajante y tranquilo, pero crea ambientes fríos. Combinándose con colores cálidos contrarrestra su frialdad. Hay que procurar evitarlos en habitaciones oscuras, escaleras, entradas y comedores.

VERDE: Es el color más relajante, refresca y agranda el espacio. Si se combina con cantidades discretas de azul, invita a la reflexión. En cambio, si se combina con amarillo, la lumininosidad de éste le infiere vitalidad.

AMARILLO: Es el color más luminoso, cálido y ardiente. Si se combina con rojios o anaranjados, aporta  alegría y viveza.

NEGRO: Es un color impenetrable, oscuro, negativo, con el que hay que tener cuidado para no usarlo en grandes superficies. En cambio, usándolo con buen criterio en pequeños detalles o complementos, se gana elegancia.

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